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Un Manipulador Reformado

Mira,

No nos conocemos de nada, tú y yo somos desconocidos.

Bueno,

Tú sí que me conoces algo más, porque si estás aquí ya habrás escuchado un par de historias de mi vida. Pero igualmente a ti y a mí no nos une nada por ahora.

Aun así, te trataré con respeto.

Y para mí, una de las mayores muestras de respeto en los negocios es la honestidad.

Por eso voy a llamar a las cosas por su nombre.

Cuando dejé la carrera de arquitectura comencé a trabajar como vendedor a puerta fría (yendo de casa en casa).

Vendía ONGs.

El caso es que yo no trabajaba para ninguna ONG de las que vendía. Trabajaba para una empresa intermediaria comercial, que las ONGs contrataban para vender sus proyectos humanitarios. Una gran empresa multinacional con un sistema de negocio multinivel.

Y como te he dicho que voy a ser honesto contigo y voy a llamar a las cosas por su nombre.

Esta empresa era una secta comercial.

Tanto para lo bueno, como lo malo. Esta experiencia me marcó para el resto de mi vida.

Me manipularon,

Me enseñaron a manipular,

Yo manipulé

Yo enseñé a manipular.

Así es como aprendí muchos de los principios de ventas que ahora uso en mis textos.

Reconocer esto no me preocupa. Si a ti te preocupa, está bien. Y si no te preocupa, pues igual. También bien.

Durante estos 3 años después de haber salido de la secta, he tenido que hacer un trabajo muy grande personal para distinguir entre principios de comunicación efectiva:

Que son manipulación

Y aquellos que son persuasión.

Ya somos mayorcitos, así que no hace falta que te explique las diferencias entre ambos. Ni soltarte el discurso de que vender es persuadir y no manipular, bla, bla, bla. Si te da miedo vender tus productos o servicios de la forma adecuada, no me deberías contratar.

El caso,

Te cuento esto por ser franco, como me gusta. Y porque, como yo, estarás cansado de la cantidad de vende humos, expertos y gurús que hay en el sector del marketing.

Mi sector.

Seguramente ya hayas trabajado con alguna agencia de marketing o algún experto freelance de lo que sea. Espero que hayan sido unos buenos profesionales contigo, porque los hay.

Y si no, bienvenido al club de los que salimos escaldados porque nos prometieron el oro y el moro.

Después de mi experiencia en la secta comercial, me prometí no volver a usar técnicas que jueguen con las emociones de la gente en mi provecho, ni pintar expectativas desmesuradas a mis clientes.

Por eso te voy a explicar de forma clara en qué consisten mis servicios de copywriter.

Y en lo que no consisten.

Además, de una forma sencilla.

Que a mi sector le gusta complicar las cosas demasiado y usar palabrejas raras para hacerse los expertos en marketing.

Esto lo aprendí en la secta. (ya te dije que no todo fue malo).

Escucha, (bueno, lee)

La gente lee mis textos y no puede evitar comprar

Cuando la gente escucha hablar de las sectas, es gracioso porque les entra la paranoia de si a ver si por estar en contacto con alguna le van a lavar el cerebro y van a quedarse atrapadas en ellas.

Esto es una gilipollez.

Tanto como la de “vendo hielo hasta a un esquimal” o la de que se pueden crear necesidades en la gente para convencerla de que compre algo.

Si crees en esto, no me deberías contratar.

El caso,

Cualquiera no puede pertenecer a una secta. 

Para que eso ocurra, tiene que haber algo que resuene en ti con ella, antes incluso de conocerla. Si no tienes eso, jamás llegarás a formar parte de ella.

Aun así, 

Si sigues pensando que en las sectas se lava el cerebro, 

(Tranquilo, que entiendo que este tema es complicado desde fuera) 

Te lo voy a simplificar con tus propias palabras.

Nadie puede lavarte el cerebro con nuevas ideas, solo pueden hacerlo con aquellas que ya estás predispuesto a creer.

Porque si no, lo que estás negándome es la mayor libertad que tiene el ser humano: 

La capacidad de elección. 

Ante cualquier circunstancia, las personas tenemos la capacidad de elegir cómo respondemos.

Por eso mi trabajo no es convencer sobre cosas que la gente no cree.

Tampoco sobre crear necesidades que las personas no tienen.

Mi trabajo consiste en avivar los deseos existentes de tu cliente y dirigirlos hacia tu producto o servicio para activar su deseo de compra.

O dicho por uno de los maestros del copywriting, Eugene M. Schwartz:

“El copywriter no crea el deseo de perder peso en millones de mujeres por toda América, pero él puede dirigir ese deseo a un producto particular y hacer a su dueño millonario.” 

Por eso,

Como mi trabajo no consiste en convencer a nadie.

No quiero perder el tiempo contigo (ni quiero que tu lo pierdas conmigo) si:

  • Si no crees que el marketing digital es la solución para hacer crecer tu negocio. (Hay más soluciones, tampoco creamos que esto es la panacea y que la gente del marketing somos los iluminados con la única respuesta. Pero al menos, tú debes de creer en esta opción).
  • Si no crees que la comunicación de tu empresa (copywriting) es tan importante como el valor de tu producto o servicio.

No me deberías contratar en tal caso.

Hay otra cosa que te quiero contar sobre ti de mi experiencia en la secta comercial.

Sí, has escuchado bien (bueno, leído bien).

Esta historia es sobre ti también.

La mentira de ser tu propio jefe

¿Qué era lo que hacía que todos los días recorriera todo Madrid tocando la puerta de las casas de la gente para recibir noes, portazos y malas contestaciones?

Además, trabajando como (falso)autónomo a pura comisión.

Bueno, pues quería tener mi propia empresa.

¿Y cómo me iba a ayudar a lograrlo vender ONGs a puerta fría?

Gracias a la promesa de la empresa multinivel (secta) en la que trabajaba.

La gran promesa que nos motivaba a mis compañeros y a mí era la posibilidad de crecer dentro de la empresa:

Reclutar gente,

Formarla en ventas,

Crear un equipo comercial

Y hacerlo crecer hasta tal punto que la empresa nos permitía constituir nuestra propia S.L. asociada a la compañía.

Como seguramente estés pensando, todo eso era humo.

Aprendí muchas lecciones, tanto personales como profesionales. Pero la más importante para el mundo de los negocios fue la importancia del control

¿Control?

Sí, control.

Lo que aprendí por las malas, es que la empresa que me prometían no valía para nada.

¿Cómo podía decir que era dueño de mi propia empresa si ni siquiera tenía capacidad de decidir qué vender, por qué precio y quiénes serían los clientes con que trabajaría?

No tendría ningún control.

Podría decir que tenía una S.L. a mi nombre, pero jamás podría decir que era dueño de ella.

Desde entonces, si hay algo que me obsesiona en mis proyectos, es tener la mayor capacidad de control posible sobre ellos.

Y justo en este punto es donde quiero ayudarte.

Porque ahora mismo hay cuestiones de tu negocio que se escapan de tu control y quieres mejorar.

Tener una empresa es una preocupación

De clientes,

De no perder.

De ganar.

De que haya un equilibrio.

Tiene que funcionar y a final de año los números tienen que dar.

Esto no lo sabías hacer cuando decidiste dejar la empresa en la que trabajabas y montártelo por tu cuenta, junto a un socio seguramente.

Pero aprendiste.

Tu empresa durante mucho tiempo fue un autoempleo. Te daba un salario. A través de trabajar como un cabrón.

Pasión, ganas, tiempo y alejarte de tu entorno. Porque todos los demás están yendo a otra velocidad.

Gente que ya empieza a estar en otros puestos, ya empieza a ganar dinero, ya se empieza a casar y empieza a tener hijos y tú no puedes. No te puedes meter en eso.

Llevarse el trabajo a casa y que afecte a tu vida personal.

En las relaciones.

En la salud…

Cuando me vio el médico me dijo:

“Tienes un Herpes Zoster, pero esto le suele ocurrir a gente mayor cuando tiene una bajada del sistema inmunológico y mucho estrés. Tú eres joven, ¿Qué has hecho?”

Esto son los efectos de la presión y la soledad de afrontar mi decisión de emprender como copywriter hace 1 año.

Durante tres días no pude dormir por el dolor.

Pero esto tú ya lo conoces.

También la soledad del mando y los problemas de gestionar personal.

Y es justo en este punto donde más te puedo ayudar.

Porque con mis servicios de copywriting lo que realmente estás contratando es un empleado.

Pero no uno cualquiera, sino…

El mejor comercial del mundo

  • Mis textos trabajan 24 horas de Lunes a Domingo sin descanso, los 365 días del año.
  • Mis textos no piden vacaciones, ni baja médica.
  • Mis textos no necesitan que les pagues la seguridad social.
  • Mis textos empatizan y comprenden las necesidades de su jefe.
  • Mis textos una vez formados no se van a ir a trabajar a otra empresa por mejor sueldo. Van a ser siempre fieles y realizar su cometido:

Vender de forma sistemática al tipo de cliente que quieres para tu empresa sin depender de vías fuera de tu control como lo es el boca a boca.

Y sí,

Esto se puede.

Vender al tipo de cliente que quieres sin depender de recomendaciones y la técnica del amigo.

¿La técnica del amigo?

Sí ya sabes,

Comenzar con un proyecto chiquitito con un cliente para ganarte su confianza e intentar poco a poco aumentar los servicios. Cuando de verdad tu cliente lo que necesita es el pack completo de tus servicios y tú te mueres por poder vendérselo.

Yo a esto lo llamo la técnica del amigo.

Lo mismo que si te gustara una chica que te hace tilín. 

Es una tía de 10 y además atractiva, sabes que quieres que sea la mujer de tu vida. Y en vez de demostrarle lo que vales y el partidazo de pareja que eres, no eres sincero con tus sentimientos hacia ella. 

Y para acercarte, te haces su amigo con la esperanza de que pase algo. 

En el mejor de los casos, ella se enrolla con el tío guay (que sí ha ido directo desde el principio) y hace con él lo que tú te mueres por tener con ella. 

Lo pasas mal, 

Te mueres de celos, 

Te matas a pajas… 

Por suerte, el tío es un cabrón y la deja mal. Cuando ella está destrozada tú sigues ahí fiel y ella por suerte se da cuenta de que en verdad tu vales la pena y la valoras. 

Y por fin te corresponde con su amor.

En el peor de los casos, ella después de dejarlo con el cabrón, se va con otro y tú sigues siendo su amigo.

Y te consuelas matándote a pajas. 

Lo siento, la vida no es el guion de una peli.

Pues lo mismo ocurre con tus clientes.

¿Para qué esperar a demostrarle que eres la mejor pareja que puede tener? 

Joder, vamos a demostrarle que somos su príncipe azul desde el principio y le libramos de todos los dramas que pueden ocasionarle otros capullos. 

No esperemos a que nuestros clientes vengan escaldados de trabajar con otras empresas que hacen mal su trabajo. Vamos a demostrarle que lo mejor es que confíen todo en nosotros desde el principio. 

Te ayudo a cambiar esta situación.

Trabaja con el tipo de clientes que quieres para lograr el nuevo rumbo que buscas para tu empresa

No hace falta que te diga qué tipo de clientes quieres.

Ya los has tenido de todos los colores.

Y sabes cuáles son los buenos y los malos.

No eres caro, pero tampoco eres la empresa que tiene el precio más competitivo. Tienes claro que no quieres perder el tiempo con clientes que te racaneen.

No vas a luchar por eso.

Pero, aun así, no tienes todos los clientes buenos que te gustaría. Y tienes que mantener algunos menos rentables porque pagan tus facturas.

A través de mis textos puedes lograr cerrar nuevos clientes de los buenos ofreciendo servicios premium con un precio mayor.

¿Para qué?

Eso lo decides tú:

  • Para despreocuparte de perder tanto tiempo en conseguir nuevos clientes que te impiden dedicarte al servicio real de tu empresa.
  • Para dejar de parecer caro a clientes que sabes que tus servicios o productos son lo que necesitan. Y cobrar más por ello.
  • Para librarte de los negocios poco rentables que consumen tu tiempo y recursos para el poco beneficio que ofrecen.
  • Para hacer crecer tu negocio al punto que te imaginaste cuando dejaste de trabajar para tu antigua empresa. Y tener los mismos recursos y sistemas con los que disponían allí.
  • Para contratar empleados cualificados que te permitan delegar funciones. Y poder dedicar tu tiempo a lo que te gusta, tu familia, tus relaciones, tus vacaciones y tu salud.

Cómo te ayudo a lograrlo a través de mis textos

Esto que voy a decir no lo digo por ti.

Pero por si acaso voy a dejar las cosas claras.

Con respecto a mi profesión hay gente que cree que los redactores publicitarios o copywriters trabajamos con la inspiración de una musa.

O en su defecto, la de un porro.

Si hay algo en lo que me inspiro es en tu cliente.

Como mi trabajo consiste en escribir sobre cosas que tu cliente ya siente, piensa y quiere. Lo primero que hago antes de escribir una sola palabra es investigar.

Tengo que salir de mi cabeza y entrar en la suya.

La única forma de lograrlo es poniéndome en sus botas.

Por eso, realizo un intenso proceso de investigación contigo y tus clientes. Y por mi cuenta estudio el sector y tu competencia.

Para ello primero me facilitarás toda la información posible sobre tu marca, el servicio/producto y vuestro cliente.

Como ves, en esta primera parte el verbo está conjugado en 2ª persona del singular.

Porque también te toca trabajar a ti.

Esto te lo quiero dejar bien claro, la calidad de mi servicio depende en gran medida de la colaboración que tu equipo y tú me prestéis. Como mi negocio y mi prestigio depende de que logre resultados, esta metodología de trabajo es innegociable.

Para ello realizaremos una entrevista personal.

Sí, y con personal me refiero a en persona. Nada de videollamadas.

La mayor parte de mi carrera ha sido en venta presencial y hay mucha información que se pierde haciendo las cosas en remoto. Además, quiero ver tu negocio y al equipo, por eso seré yo el que me desplace.

Me gusta involucrarme con mis clientes y conocer de primera mano la esencia que tiene cada empresa. Porque luego tengo que saber transmitirla a tus clientes.

Con ellos también realizaré entrevistas.

Como ya te he dicho, investigaré a la competencia, el sector y lo que haga falta. Pero no me voy a quedar ahí.

A mi me gusta meditar.

No soy budista, pero medito.

Y hay una frase de buda que me gusta mucho:

“No creas nada, sin importar dónde lo leas, ni quién lo dijo, ni siquiera si yo mismo lo he dicho a menos que estén de acuerdo con tu propia razón y sentido común.”

Por eso, en este proceso de investigación, sí o sí usaré tu producto o servicio.

Si quiero entender a tus clientes, no hay mejor forma de empatizar con ellos que ponerme en su lugar, usando aquello que desean comprar.

Si vendes viajes de lujo al caribe, no me quedará más remedio que por profesionalidad hacer como que disfruto un fin de semana en la playa.

Que tu producto no es tan glamuroso y vendes ataúdes, por ejemplo. Bueno, pues igualmente probaré el cajón.

Hablando de ataúdes…hay dos cosas que te puedo asegurar en esta vida:

La primera es que tú y yo nos vamos a morir.

¿Qué a qué viene esto?

Bueno, es algo que nunca está de más recordar.

Y la segunda es que me voy a involucrar a muerte en comprender las necesidades de tu cliente y tu negocio.

Pero este esfuerzo no lo hago con cualquiera.

Ya he vendido mucha mierda a lo largo de mi carrera y no pienso vender más, algo que no me deje dormir tranquilo con la pierna suelta.

Así que si tu negocio no es ético, o directamente tú y tu forma de hacer negocios no son éticos, no cuentes conmigo.

No escribo mentiras a la gente, ni pinto falsas promesas. Trabajo con negocios consolidados que me pueden demostrar que la calidad de lo que ofrecen está respaldada por un buen puñado de clientes satisfechos.

Dejando este punto claro.

Después de mi trabajo de investigación, haría lo que en un principio pensabas que hacía:

Escribir.

Aquí no me voy a enrollar en cómo lo hago, porque me pagas por escribir no por enseñarte a hacerlo.

Para tranquilizarte te diré que lo que escriba será respetando el tono de tu empresa. Por mi parte a mi da igual decir joder, cojones, caca y lo que sea. Pero entiendo que en tu negocio la cosa puede ser distinta.

Tampoco es que vaya a escribir para agradarte a ti, lo haré para tu cliente.

También habrás visto que en mis textos hay algunas faltas de ortografía y bueno, eso a mi no me preocupa. Si a ti sí, lo puedo entender.

Yo sé que es importante y que no en la comunicación, por lo que sé que eso no es relevante para que tú me compres. Pero si a tu marca le importa el qué dirán, tranquilo, sé usar correctores ortográficos y ya he escrito textos para abogados y un club del libro.

Tus textos estarán escritos “correctamente”.

Otra cosa sobre mis textos.

Me harás caso con ellos, y si haces cambios en la estrategia y en los textos que hablamos me los deberás comunicar.

Los textos son la diferencia entre vender o no vender. Tú decides si quieres sacar rentabilidad a mis servicios.

Y si no te parece bien, pues escribes tú.

Para que entiendas el por qué de mis textos y mi trabajo, antes de publicarlos tendremos una reunión donde te explicaré las decisiones que he tomado para escribirlos, en base a la investigación.

No me gusta perder el tiempo, ni hacérselo perder a la gente.

Así que si escribo largo, no es por gusto. Es porque respeto la inteligencia de la gente y sé que no son monos que van a pulsar el primer botón de compra que les ponga.

Si vas a invertir dinero en un servicio que no es barato, como el mío. No te voy a convencer de ello en 4 líneas. Asi que los lloriqueos de que el texto es largo…

a las agencias de marketing que te ofrecen el Kit digital.

P.D. Yo no ayudo a conseguir el Kit Digital, mis servicios son rentables sin necesidad de esa ayuda.

Si tú te has leído hasta ahora 3.211 palabras, tus clientes también pueden. No insultes su inteligencia.

Todo lo que sube, baja. Dice la gravedad.

Bueno, pues eso es así menos con mis precios.

Cada dos proyectos que hago subo mis precios. Porque con lo que me involucro y los marrones en los que me meto en cada proyecto, aprendo y mejoro un montón mis servicios. Y claro está, eso repercute en mis precios.

En eso también te ayudaré, a no tener que depender de rebajas ni chorradas para hacer valer tus servicios.

El caso es que solo me comprometo con un proyecto a la vez. Me gusta hacer bien mi trabajo y ya he comprobado que dos a la vez no es bueno ni para ti, ni para mí.

Ahora estoy trabajando con una agencia de diseño web y tengo otro proyecto después con unos arquitectos que acabará para marzo de 2023. A partir de esas fechas estoy libre. Quien reserve antes (pagando) será mi próximo proyecto.

Te digo todo esto por ser franco. Y por si te interesa trabajar cuanto antes para que no te suba el precio.

Ya por último, debes saber que para reservar conmigo deberás pagar el 25 por ciento. Luego, tendremos una reunión, y justo después, y sin que haya empezado a trabajar, cobraré el resto del proyecto.

No escribo una palabra si no cobro.

Nunca.

A nadie.

Si a ti te divierte ir detrás de los clientes para que te paguen por tus servicios creo que es mejor que no trabajemos juntos.

Lo siento, es por mí, no por ti.

Si quieres que te ayude a trabajar con el tipo de clientes que quieres para lograr el nuevo rumbo que buscas para tu empresa, puedes rellenar los campos de aquí abajo para pedir información sobre mis servicios.

Te responderé aunque no esté interesado en tu proyecto.

Que tengas un buen día,

Francisco Durán